Uribe NO!!!!!!

Después de la catastrófica victoria del malquerido presidente, y no sin un poco de tristeza, hacemos de futurólogos acerca de que nos espera en los cuatro años que vienen.

- Más de la propaganda basura en todos los medios, más de los reportajes pendejos con el “supermejorpresidente” de la historia “el que si trabaja, trabaja y trabaja”, más El Tiempo, más RCN y más Caracol lamiendo las circunferencias reproductivas de Uribe. Más de su carnita, más de sus huesitos, más consejos comunales al estilo de Jorge Barón.

- Los resultados de la pasada votación serán el reencauche presidencial y dentro de un par de años debemos esperar la llamada a un nuevo referendo, en el que encontraremos la propuesta para incluir en la constitución la posibilidad de la reelección ilimitada o la extensión del periodo presidencial a seis años –porque ¡como cuatro son pocos!- “viva Uribe 2012 y 2018”.

- El “proceso de paz” con los paras culminará cuando se entreguen cerca de 45 000 hombres, no habrá paz, no habrá justicia, las victimas de las masacres no van a importar, no será en RCN que aparecerán los familiares de desaparecidos rogando porque les digan donde están sus muertos o los desplazados pidiendo restitución de sus tierras: que van a importar “si ellos no votan”.

- Los partidos uribistas -hoy felices- se rasgarán las vestiduras cuando a la hora de repartirse el ponqué burocrático, Uribe convoque a los más lentejos de los que quedan en el oficialismo liberal. Y ni hablar del agarrón por cual es el preferido de Uribe en las elecciones regionales que se avecinan, volverán a enfrentarse –como hace unos meses- por saber cual es el más uribista de todos. Dentro de cuatro años Germán Vargas, Enrique Peñalosa y Juan Manuel Santos tendrán que resignar sus intenciones presidenciales, cuando Uribe diga que su carnita y sus huesitos aguantan para otro periodito.

- A la guerrilla no la derrotaremos en dos, ni en cuatro, ni en ocho años; sin embargo, tampoco negociaremos; la lucha contra la insurgencia será el caballito de batalla que servirá para legitimar más detenciones masivas, más desapariciones y la imposición del empadronamiento. Eso si, la gente podrá seguir yendo a la finca –a los que les quede- durante los puentes, porque las caravanas de seguridad seguirán de moda.

- El país se traquetizará más: las épocas de los narcos en los ochenta volverán. Otra vez la opulencia, el estilo lobo y más del “vos te vas, la mona no”, las inversiones de los paras se verán en más casinos, mas casas de apuestas, más almacenes de importados –legales o no-, mas carros traquetos y casas lujosas, nada en la creación de empresa. La contra reforma agraria de los paras se consolidará y el campo será aún más improductivo, “la comida a importarla porque aquí sólo hay pasto pa’ las vacas”

- La economía se desacelerará en dos o tres años –como lo pronostican varios analistas- y al final nos daremos cuenta que no hicimos nada con esta mini bonanza, que la desigualdad subió, que el país de propietarios se quedó en promesas, que nos gastamos todo en ‘seguridad democrática’ y burocracia, que sólo las grandes empresas se quedaron con las ganancias, que nadie pudo ahorrar y que el poder adquisitivo esta por el piso. Otra reforma tributaria ampliará la base del IVA y bajará el impuesto a la renta. En las tiendas de barrio tendremos que pedir factura por una bolsa de leche mientras que los latifundios pagarán menos impuestos.

- Las condiciones de trabajo seguirán empeorando: el subempleo crecerá y el porcentaje de trabajadores temporales subirá, el desempleo volverá a estar cerca del 15% el contrato por prestación de servicios será el único esquema de contratación al que los “jóvenes en acción” puedan aspirar.

- Lo que queda del partido liberal se partirá en dos: algunos que se unan a la maquinaria uribista iran a ocupar embajadas en Asia y Oceanía –se abrirán si es que no hay- otros demás tendrán –ante la presión de los medios- que recibir a Uribe como jefe de partido. Algunos tendrán que adherirse al Polo Democrático para poder hacer oposición.

- Al Polo, único movimiento de oposición, se le tildará de terrorista y de auxiliador de las FARC; de las oficinas de los asesores presidenciales, seguirán saliendo chismes y amenazas para todo el que diga algo en contra de Uribe, la persecución será mediática y si alguien sigue ‘muy rebelde’ para eso está la ‘justicia’ de los ejércitos privados que han formado milicianos de los paras que no encontraron empleo.

- Ni hablar del matrimonio para homosexuales o la despenalización de la droga ni del aborto. Los curas en los púlpitos opinarán sobre lo divino y lo humano, serán los principales promotores de la segunda reelección y del referendo, la única moral verdadera será la que dicte al iglesia católica, apostólica y romana.